
Un cardiólogo muy conocido murió. Su funeral fue muy pomposo, y muchos de sus colegas médicos fueron a darle el último adiós. Durante el velorio un enorme "corazón", rodeado de coronas de flores, permaneció atrás del féretro... Después de las últimas palabras del padre, el corazón se abrió y el cajón entró automáticamente en el enorme "corazón", emocionando a todos los presentes. El "corazón" entonces se cerró, llevándose en su interior para siempre al famoso cardiólogo. De repente, uno de los presentes explotó en una irresistible carcajada, causando sorpresa e indignación. Cuestionado, con razón!!!, por aquella risa tan fuera de lugar, explicó: Discúlpenme... Por favor, discúlpenme... Es que yo estaba pensando como sería mi propio funeral porque soy ginecólogo...
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2 Comments:
At octubre 12, 2005 1:54 p. m.,
Luigino Bracci Roa said…
Jajajajjajajajajajjajaja que mala :)
At enero 23, 2006 6:32 a. m.,
Vicenton said…
Hey!!! tremedo chiste! feliz dia!
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